En su cuarto libro, Alfredo
Legnazzi se va superando a sí mismo en su capacidad de narrador.
El factor moral es la base de la
novela. Nos permite leerla con el ejemplo, la enseñanza y la moralidad tan
gratos a Cervantes en sus “Doce novelas ejemplares”.
La Travesía (por la vida) de un
hombre solitario, habituado a las falsías de la alta sociedad, cayendo en
desgracia provocada por la misma maraña de enredos y errores cometidos; un
hombre que cae en lo más bajo del espectro socioeconómico pero que allí
descubre los valores éticos más grandes. Allí encuentra la amistad, la
generosidad, el desinterés, el amor.
El remordimiento y el papel de
la conciencia pasan a un primer plano. La riqueza, el despego por los demás, la
vida frívola van muriendo en su corazón, para dar paso a la humanidad y el
sentimiento.
Alfredo nos cuenta los secretos
inmorales de un hombre de negocios, usurero, corrupto, a quien la vida obliga a
mirarla desde un escalón más bajo.
Graciela Beatriz Sovran Haro
Escritora
Profesora de Letras
1 comentario:
Conozco a esta profesora, sabe muchísimo. Si ella dice eso, palabra santa. La verdad está dicha, el libro es muy bueno!
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